El dragón negro 2b1b4k

El cristal, el sexo frío de la soledad, todas las hachas de un trozo de pan, lanza David una estrella Goliath.

Un precioso tema de Luis Eduardo Aute. Uno de los fragmentos de esta canción, creo que le gustan mucho a nuestro siguiente invitado y además nos permite directamente enlazar con El dragón negro, que es el nuevo trabajo de Fernando Benzo.

Fernando, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Pues muy bien, buenos días.

Un placer saludarte. Hay un fragmento de esta canción que dice el mal a veces lo hace muy bien.

Efectivamente, es que el mal es muy astuto y muy inteligente, con lo cual, como dice Aute, lo hace muy bien. Lo hace tan bien, tan bien, que le complica mucho la vida a los que quieren hacer el bien.

Y tanto. Bueno, tú también lo haces muy bien.

Después de los perseguidos, que nos encantó en cuanto hemos tenido noticias del dragón negro, bueno, estábamos deseando ya de que llegara a nosotros y lo hemos disuelto. ¡Qué velocidad! ¡Qué ritmo! Esto es como una especie de trabajo intentando conseguir y además consiguiendo el triángulo perfecto, donde el tema de los personajes es fundamental, hay unos personajes fantásticos, unos escenarios muy bien logrados y sobre todo unos diálogos muy cuidados.

Imagino que te sentirás muy satisfecho.

Bueno, no, la verdad es que no.

¿No? ¡Vaya! No, te lo escribo, te lo escribo. Yo me siento satisfecho.

Lo iba a decir un poco de broma.

Cuando uno planea una novela, siempre al principio, antes de empezar, considera que va a escribir una obra maestra inigualable, inigualable.

Luego cuando la escriben, bueno, pues eso lo decía Woody Allen de sus películas, si uno siente que ha conseguido más o menos el 50% de lo que pretendía, pues ya se puede dar con un canto en los dientes.

Con lo cual nunca se ha quedado no satisfecho.

Siempre pensó que iba a hacer algo todavía muchísimo mejor de lo que haya podido conseguir.

Bueno, dicho eso, sí que me siento satisfecho y me siento contento de poder ofrecer a los lectores esta novela, que yo creo que efectivamente tiene una serie de elementos que la van a hacer muy atractiva.

Sí, sí, y menudo arranque.

Cinco cadáveres de rumanos, además, divillados a tiros en un polígono industrial de la periferia de Madrid.

Un arranque fulminante, Fernando.

Sí, a mí, no sé quién decía, y siempre se me queda grabado, que las historias tienen que empezar de una explosión y de ahí para arriba.

Eso es lo que yo pretendo también con este arranque.

Mi explosión es una matanza y a partir de ahí el lector ya sabe que van a empezar a pasar muchas cosas.

Porque si hemos empezado con una matanza de cinco personas, las cosas pueden empeorar rápidamente.

Fernando, aquí nos lanzas muchas preguntas o tú te haces muchas preguntas.

No sé si podremos encontrar respuestas.

Seguramente no se trata de encontrar respuestas, sino de cuestionarse muchas cosas.

¿Hay muertos de primera y de segunda, Fernando? Sin ninguna duda, solamente hay que ver las noticias y comprenderlo.

Ayer mismo veíamos un drama terrible de un cayuco que se hundía y nunca sabremos la historia ni los nombres de esas pobres personas que fallecieron en ese accidente.

Hay muertos que parece que son anónimos.

Dices, seis muertos, siete muertos, cinco cadáveres, como dice la novela.

Pero nadie se preocupa ni siquiera en conocer sus nombres.

Detrás de cada persona hay una historia y hay una vida que termina cuando ocurre cualquier tipo de drama.

De pronto, algunos muertos, por así decirlo, son enormemente reconocidos.

Habla muchísimo de ellos y otros simplemente se convierten en un número, en una cifra o casi algunas veces en una anécdota.

Hablando de inmigrantes, en este caso hablamos de rumanos, pero también tenemos que hablar de chinos.

Enseguida lo comentamos, las grandes triadas chinas están muy presentes.

Pero cuando se produce un asesinato o se producen crímenes de este tipo, alguien tiene que investigarlo.

Y tú creas una pareja de policías de lo más curiosa.

Con Estela y Roy, que son dos personas que difícilmente se pueden llegar a entender del todo.

Menuda pareja.

También, al hilo de si hay muertos de primera y de segunda, ¿hay policías buenos y malos? Sí, hombre, claro que sí.

Siempre, en todo, hay ovejas negras.

Hay ovejas negras en las comunidades de inmigrantes, hay ovejas negras en las comunidades...