CONOCIÉNDONOS # 15 (06-04-2025) 2w1w2x

Bienvenidos a la entrega número 15 de Conociéndonos, un programa que os acompaña los fines de semana a partir de las 7 de la tarde. Realizamos el mismo Lola Lijo y sc Ruiz. Si nos acompañáis en directo os recuerdo que estáis en la sintonía de Radio La Mina en el 102.5 de la FM y también lo podéis hacer desde radiolamina.com. Dispondréis del programa en la plataforma e-box y en los enlaces correspondientes de las redes sociales de esta casa. Os ofrecemos una vía de comunicación con nosotros, el WhatsApp de esta casa de Radio La Mina, el 604-83-2098, 604-83-2098, que permanecerá activo hasta la finalización del programa.

Y también recordamos que este programa volverá a remitirse los sábados a las 7 de la tarde.

Bueno Lola, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Pues muy bien, un domingo más aquí acompañándote y pasando la tarde. Fíjate, 15 programas. ¿Quién lo iba a decir? Ya, es un bonito número el 15. 15 programas y eso que hemos tenido la mala suerte de las afonías, los resfriados, caídas de internet...

Nos ha tocado todo a nosotros. Vaya, vaya que sí. Pero bueno, 15 programas y ojalá podamos hacer muchos más hasta la finalización de la temporada. En fin, tenemos preparados dos temas. Un poquito, ¿verdad? Bueno, un poquito que nos tocan a todos, como casi todo de lo que hablamos. Son cosas que nos tocan a todos en mayor o menor parte. El odio, que bueno, quien no ha sentido alguna vez el odio, me imagino será una persona muy afortunada, o el Dalai Lama.

Y bueno, la maternidad tóxica. Bueno, pues esos son los dos argumentos que os tenemos preparados para la siguiente hora. Vamos con la introducción del primero. El odio es una de las emociones más intensas y complejas que experimenta el ser humano. A diferencia de la ira, que suele ser una reacción momentánea ante una frustración específica, el odio se caracteriza por persistir en el tiempo y su capacidad para distorsionar la percepción de la realidad.

Quien odia no sólo siente aversión hacia una persona, un grupo o una idea, sino que tiende a justificar su emoción mediante narrativas que refuerzan su hostilidad. El odio suele originarse en experiencias de dolor, frustración o miedo no resueltos. Muchas veces surge como un mecanismo de defensa cuando una persona se siente amenazada en su identidad, sus valores o su autoestima.

En otros casos, el odio se alimenta de prejuicios inculcados desde la infancia o de entornos sociales donde la intolerancia es validada y reforzada. Las consecuencias del odio son profundas. A nivel individual, genera un estado de tensión emocional constante, aumentando el estrés y afectando la salud física y mental. A nivel personal,