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¿Qué tal, Virginia? ¿Cómo estás? Muy buenas, Monti.

Un día más aquí, en Viejas. En Viejas, un día más.

Un día más. ¿Qué vamos a hablar? Vamos a hablar de temas fuertes hoy, ¿eh? Hoy es un día fuerte, se viene fuertecito porque vamos a abrir un tema, un melón, ¿no?, que es uno de los grandes melones posiblemente para las mujeres, bueno y para las personas en general, pero las mujeres es fuerte. La maternidad o, en nuestro caso, la no maternidad, ¿no? Vaya temazo.

A mí me gustaría empezar hablando de, claro, en nuestro caso somos dos personas que hemos decidido no ser madres, porque, claro, una puede querer ser madre y no poder, o sea, quiere decir que la no maternidad no siempre es deseada, en nuestro caso sí lo es, es una decisión consciente y a mí me gustaría preguntarte por esa decisión. ¿Tú recuerdas haberla tomado en un momento muy concreto o cómo ha sido tu relación con la no maternidad? Yo, desde que tengo uso de razón, sabía que no quería tener hijos.

Yo también, yo de pequeña ya me regalaban bebés de estos, o sea, muñecos de estos que eran como bebés y yo, no quiero este nenuco, nenuco.

Nenuco, es que es muy heavy esto. Yo alucino porque es algo que siempre ha estado en mí.

Creo que he tenido una horquilla muy pequeña, tipo, creo que en 2012, entre agosto, y es que me acuerdo perfectamente, se me fue la olla de repente, entre agosto de 2012 y octubre de repente dije, a lo mejor voy a tener hijos. O sea, rollo que me abrí a la posibilidad de ser madre, pero no los voy a tener.

Pero toda mi vida he tenido clarísimo que no quería, como esas niñas, claro, para mí era muy raro porque todas las niñas que conocía y todas las mujeres que conocía eran como, no, yo es que siempre he tenido claro que quería tener hijos, incluso gente que decía con curiosidad, yo era un no tanjante desde pequeña.

A ver, voy a abrir un pequeño paréntesis, tal vez esto tiene que ver quizá con una infancia dramática, con una familia desestructurada. Bueno, puede ser, porque esto en un momento con una de mis parejas se abrió este tema, no era como, es que claro, es que es que claro, no queremos, a lo mejor no quieres tener hijos porque vienes de una familia y es como, bueno, pues a lo mejor. No era como, es que lo tienes que trabajar.

Tampoco hace menos válida tu decisión.

Claro, porque parecía que era como algo que era consecuencia, ¿no? Pero lo he tenido siempre súper claro y bueno, pasan los años y tengo que decir que cada día más claro, amiga.

Yo en mi caso me pasa igual, o sea, yo desde pequeña he sabido que no. Sí que recuerdo algún momento de muy niña, ¿no? De fantasear, pues si tengo una hija, pero sí que me acuerdo como a los 35 de decir, a ver, una cosa, siempre he dicho que no y a ver si estoy diciendo que no por defecto, voy a planteármelo. Esto, yo creo que es muy importante pasar por aquí.

Yo creo que en 2012 me pasó esto también. Yo tenía 32 también y es como, cuidado porque a veces una decisión puede ser una reacción. O sea, cuando una decisión es tan tajante a veces es una reacción y estás también como tomada, ¿no? Cuando reaccionas estás tomada. O sea, estás tomada porque quieres hacer justo lo contrario, entonces no estás decidiendo.

Claro, claro. Entonces yo recuerdo planteármelo en serio y hacer un duelo, que yo no sé si tú lo has hecho, pero para mí fue un momento bastante importante en el que sopesé. Porque yo ya no, o sea, yo sí que hubo un momento como a los veintipocos que sí que tenía una reacción, como una reacción muy infantil a no quiero ser madre, por tanto odio a los niños.

Claro, luego me lo tuve que mirar, ¿no? El tema de la niñofobia, el adultocentrismo y me lo miré, ¿no? Y es verdad que empecé a tener una relación mucho más guay con los niños, con los hijos de mis amigas, en fin, con niños, ¿no? Y que eso también creo que es fuerte, o sea, creo que hay algo ahí muy potente porque parece que si tú muestras como una buena relación con los niños y eres una mujer de más de X años, la gente te va a preguntar ¿y tú para cuándo? Entonces se genera una dinámica de creer que si no quieres ser madre es porque odias a los niños.

Sí, sí, esto es fuerte y además se han dado malos entendidos por personas que ven que si no odias a los niños o no eres un monstruo, ¿no? Además esto a mí me ha molestado mucho en mi vida porque es como cuando gente, incluso familiares, que era como ¿ves? Pero si es cuando estás con ellos te encantan y es como ¿ya? Si yo puedo estar con un niño, o sea, no querer tener hijos no significa que sea Herodes y que planee un niñocidio o como se diga eso, o tiene un nombre eso, bueno, o sea, que significa que me parece, a ver, ¿a mí me caen bien los niños? Bueno, los niños son seres humanos, entonces hay niños que me caen bien y niños que realmente me caen como una mierda y no les aguanto, y que me drenan. Bueno, en general, esto también hay que decirlo, a mí los niños me drenan.

A mí depende, hay niños y niñas con los que...