1879. La diferencia entre los convencionalismos sociales y la vida 20j5m

¡Muy buenos días! Para lo que te quiero contar hoy me voy a basar en una pequeña anécdota que tengo de cuando era joven. Cuando tenía unos 24 o 25 años estaba en un país en el extranjero y conocí a una chica. Me dejó su teléfono y me dijo llámame y salimos tal. Entonces un día la llamé y me dijo pues ¿por qué no pasas por mi casa a buscarme? Y le dije vale. Y me dijo pues mira estas estas son las... esta es la dirección.

Vale muy bien la apunté y estábamos así. Le dije claro en aquella época no había internet, no había nada. Tenía que ponerme a mirar un callejero y le dije oye para ir desde tal sitio donde yo vivía hasta allí hasta tu casa ¿cuál es el metro o el autobús más cercano? Y se quedó así y me dijo ¿pero no vienes en coche? Y me quedé así y dije no no yo no tengo coche. Y le dije pero bueno voy en autobús o...

Y se quedó así y me dijo ¡ay pues mejor no quedamos! Y fíjate que ahí cuando me dijo eso todavía no la entendía.

Y le dije no no si no te preocupes que a mí no me importa ir en autobús o en metro. Pensaba yo que ella creía que era un poco pues no sé como...

Que no me quería hacer la faena de que me tuviese que desplazar.

No no no era por eso claro. Y le dije que no que no me importa ir y ella me contestó pues ya vale vale es que no te importa venir ya me lo has dicho. Dice pero no quiero salir con un chico e ir en autobús.

Y ahí caí. Dije ah que es porque no tengo coche. Y ella me dijo claro como diciendo estás en qué mundo vives tú. Y ya me quedé así y dije bueno dije me voy a gastar un dinero me voy a gastar un dinero pero bueno igual lo podemos pagar a medias. Oye y si vamos en taxi yo voy hasta allí en metro pero luego vamos a donde sea en taxi. Me dijo que no que no que si no tienes coche luego para volver y todo como me vas a traer en un taxi no no no.

Y uno puede pensar claro te quedaste un poco no sé como triste no que que bajón no tienes coche. Es un poco en aquella época imagínate con esa edad pues como hacerme de menos claro no tengo coche no quieres salir conmigo. No nunca me sentí de menos. Estaba totalmente sorprendido.

Totalmente sorprendido como es que no no me entraba en la cabeza.

Porque en la cultura de la que yo procedía de aquí de España de Madrid jamás nadie se había preocupado de si yo tenía coche o no. Y todo esto que te estoy contando es por una sola razón tiene una moraleja. Esto me llevó a darme cuenta de dos cosas. La primera es que el vivir en otros países me hacía ver que había diferentes convencionalismos sociales y si te quedas ahí pues te parece como curioso. Mira aquí la gente hace esto allí hace esto. Aquí si vas a quedar con alguien y eres un hombre tienes que tener un coche porque si no esta persona no quiere quedar contigo. Pero de dónde vienes eso no importa.

Simplemente hay diferentes convencionalismos y dentro de la misma cultura en diferentes grupos dentro de la cultura pues tienen sus convencionalismos propios. Lo primero que me hizo ver fue eso.

Vale esto fue un descubrimiento tremendo para mí porque dije o sea la la cuestión es que ante las mismas situaciones allá donde vayas la gente actúa de manera diferente. Por lo tanto no hay ninguna realmente válida. Tú fíjate esto la fuerza que tiene descubrir esto. Ningún convencionalismo social es válido. Son todos dependiendo de dónde estés y dependiendo del grupo que sea y