Cómo hacercarme a lo desagradable con César Forcadell el 5 de junio de 2025. 396m4b

Para ello, os invito a que obtengamos una postura que sea cómoda, aquí, la espalda erguida, la medida de lo posible, que exprese dignidad, como dice el amigo Fernando, hombros relajados.

Para una primera parte, os haré una pequeña introducción, y luego tocaré la campana justo antes de empezar la práctica en sí.

Pero ya nos situamos en esta posición, si está bien para ti, hacemos tres respiraciones profundas, inhalando profundamente y exhalando profundamente, de nuevo, una más, inhalamos y exhalamos, y una tercera, inhalando y exhalando, que nos hace tomar conciencia, nos hace empezar a conectar, y antes de abordar la práctica en sí, vamos a ver que hay tres elementos muy importantes para cultivar esta práctica.

Uno, concretamente, es la de tomar conciencia, tomar conciencia de aquello que ocurre, notando las sensaciones como fluyen, notar la experiencia de aquello que ocurre tal como es, y notar también la resistencia que a veces le ponemos a esa situación, en el caso que se la estamos poniendo, para ayudar a suavizar esa resistencia y a liberar esa resistencia.

Muchas veces, si el dolor es una pequeña parte del cuerpo, si hablamos de algo físico, tenemos que preguntarnos, ¿qué pasa con las otras partes del cuerpo? Y aquí viene la invitación a observar lo que está pasando, observador de emociones y pensamientos, ¿qué ocurre en las otras partes? Cuando me ha pasado algo a mí, ¿qué ocurre con el resto de cosas que han ocurrido en el día? Sólo me quedo con aquello, desagradable.

Siguiente punto a tener en cuenta, el elemento a cultivar, es la aceptación, permitir que las cosas sean como son, y de una forma no reactiva, de una forma sin juzgar, reconociendo aquello que está ocurriendo, quedarnos con esta experiencia difícil, sin reaccionar. Y el tercer punto a cultivar es la autocompasión, la autoamabilidad, este elemento, es esa actitud de abrazar esta experiencia desagradable con amabilidad y con cuidado hacia nuestra persona. No olvidemos que esta autocompasión es la base para poder existir.