
Descripción de CAPITULO 19 2q4k44
El rey Guillermo se hallaba al borde de la muerte, su hija Ana subiría al trono en muy poco tiempo, pero estaba completamente dominada por Sara Churchill, una mujer bella e impetuosa, decidida a dirigir los destinos de Inglaterra utilizando su influencia. Sara se creía invencible. Y lo era, hasta que introdujo en la cámara real como doncella a Abigail Hill, una mujer de apariencia simple e inofensiva pero llamada a representar un gran papel en la corte. Ambas mujeres se convirtieron con el tiempo en las favoritas de la Reina. Y ambas habrían de intervenir de modo decisivo cuando, ante la falta de descendencia de la Reina, empezaron a plantearse los conflictos de sucesión. 4vwq
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Las llaves de oro ahora no había necesidad de quejarse y subiese en secreto al gabinete verde como primer ministro de la reina acudía abiertamente abigail se preguntó si eran imaginaciones suyas o si suprimo se mostraba realmente un poco menos afectuoso con ella a veces cuando se cruzaban percibía que el oro ahora vino de su aliento era más intenso que de costumbre le irritaba el cambio experimentado en sus modales y se preguntaba una y otra vez si en el caso de no haber contado ella con el favor de la reina habría reconocido harley su parentesco me ha utilizado pensaba abigail qué lejos había llegado en realidad no hacía tantos años que casi había agradecido uno de los vestidos desechados por las jóvenes churchill ahora samuel era coronel no tardaría mucho en conseguirle un título estaba embarazada y si la criatura era un niño tendría que llegar a ser lord bassam que amb viciosa se volvía una cuando se movía en círculos ambiciosos robert harley estaba con la reina ana comprendía muy bien lo que le estaba diciendo la duquesa de marlborough se había visto privada de la amistad de la reina pero conservaba todavía las llaves de su cargo mientras no las entregase no podían confiarse á otra persona y ana temía todavía la duquesa pues demoraba la orden de que las devolviese era como si no pudiese soportar pensar en sarah y quisiera imaginar que la duquesa no existió nunca pero harley estaba allí explicando que debía ordenar a la duquesa que entregase las llaves y cuando estuviesen en posesión de ana a quien las confiaría esta abigail tenía pocas dudas la puerta de la cámara de la reina se estaba abriendo y harley salió de ella sonreía el señor harley parecía muy satisfecho de sí mismo últimamente cuando abigail se acercó a él la miró con aquella expresión ligeramente vidriosa en los ojos demasiada bebida o mera indiferencia seguramente no había visitado a la reina en estado de embriaguez habría sido absurdo y harley no estaba nunca borracho estaba demasiado acostumbrado a la bebida ha sido fructífera la reunión preguntó ella mucho y él le dirigió una de sus burlonas sonrisas no iba a confiar en ella volveré a visitar a su majestad mañana dijo headley saludó con la cabeza y siguió adelante ella lo observó alejarse y sintió crecer el resentimiento en su interior leí tenía ya su cargo y no necesitaba su ayuda pero no lo había sabido siempre desde luego entonces por qué se sentía tan irritada tan ofendida marlborough no sabía qué camino debía seguir se sentía enfermo de preocupación y frustración tenía que hablar con sara ten guía que hacerle comprender la posición en que se hallaba sara no aceptaría la verdad siempre había sido así se veía dos veces más importante que los demás dos veces más poderosa dos veces más inteligente e incluso al enfrentarse con la derrota se negaba a itirla él el más ambicioso de los hombres había soñado con gobernar inglaterra y durante un tiempo no había parecido un sueño inalcanzable pues había habido dictadores militares con anterioridad en el continente había demostrado su genio y sus enemigos temblaban al oír su nombre en cambio en su propio país tenía que enfrentarse al desastre y la derrota y la razón de ello era inútil ocultarse la verdad sara su esposa había sido la causante del desastre sus modales dominantes su brusquedad su arrogancia su creencia de que podía comportarse a su antojo ante cualquiera incluida la reina la ciega sara que se había precipitado al desastre arrastrando a cuantos estaban relacionados con ella sara había perdido para siempre el favor de la reina se negaba a creerlo pero era la pura verdad ya no la solicitaban en la corte sin embargo el país necesitaba al gran soldado incluso harley su mayor enemigo se daba cuenta de ello por esta razón había enviado a saint john para advertírselo querían marlborough pero no a su esposa sintió había sido franco la única manera de que vuestra excelencia pueda conservar su posición en este país es librándolos de vuestra esposa repudiara sara separarse de ella dejar que se supiese que ya no aceptaba su conducta dominante él amaba a sarah pensó en las apasionadas reuniones después de largas ausencias en los días en que estaban los dos solos en saint albans o en windsor park la familia las hijas que significaban tanto para él
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