
Descripción de Los árboles lunares 2z5l3n
Esta es una curiosa historia. Os voy a contar qué ocurrió con los árboles lunares. La idea, el viaje, las casualidades, la plantación y su vida en la Tierra. Espero que te guste. 21715h
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Biografías y sus pasajes. Con Luis Martínez Valles.
Las historias curiosas que se pasan por aquí por pasajes curiosos de biografías y sus pasajes. Esas historias que a veces yo me encuentro y que con mucho gusto narro y divulgo para que tú, yo que sé, te quedes con el cuerpillo tan sorprendido como yo al conocerlas. ¿Has oído alguna vez hablar de los árboles lunares? Bueno, todos sabemos que el Apolo 14 fue uno de las misiones que fue a viajar a la luna.
Ahí estaban Edgar Mitchell, Alan Shepard y Esther Ruscha. De hecho, Shepard se ganó una gran fama internacional por ser el primer estadounidense y el segundo ser humano en el espacio en 1961. Bueno, el caso es que este hombre, Estuara Ruscha, que era piloto también, ingeniero y demás, lo mismo que Mitchell, pues resulta que él había estado en 1953 trabajando un verano como paracaidista en el servicio forestal de Estados Unidos.
Y fue gracias a esto, a esta especie de trabajo que tuvo y siendo muchísimo más joven, cuando, a través del anuncio de que sería uno de los de la tripulación del Apolo 14, cuando le surge a este hombre, Estuara Ruscha, una propuesta muy interesante. Ed Cliff, que era el jefe del servicio forestal, llamó a este hombre, a Ruscha, y le pregunta si está dispuesto a llevar consigo, a bordo del Apolo 14, un bote metálico que contenga unas 500 semillas. Semillas que serían de abeto, de secuoya, de sicomoro, de pinos...
Claro, también, por ejemplo, Stan Kukman, que trabajaba en el servicio forestal de Estados Unidos, y estaba a cargo de la selección de las semillas, comentó, seleccioné secuoyas porque eran conocidas, y las demás porque crecerían bien en muchas partes de Estados Unidos. Las semillas provenían de dos institutos de genética del servicio forestal. En la mayoría de los casos conocíamos a sus, los llama progenitores, un requisito clave para cualquier estudio genético posterior al vuelo. Y es que eso es lo que querían, comparar.
Y de hecho, guardaron una selección de semillas similares en la Tierra, para comparar aquellas que habían ido al espacio, y aquellas que se habían quedado en la Tierra. ¿Qué podría haber de diferencia entre una y otra? El caso es que, bueno, pues esto era una especie de, digamos, de experimento, para ver si se podía estudiar cómo los árboles podrían crecer en la Tierra, tras ser expuestos a estos viajes espaciales.
De hecho, Krugman dijo, los científicos quieren descubrir qué les sucedería a estas semillas si viajasen a la Luna. ¿Brotarán después? ¿Los árboles tendrán su aspecto normal? Además, también queríamos regalarlas como parte de la celebración del Bicentenario de Estados Unidos en 1976. Y es que, como cada astronauta, podía llevar consigo un kit de asuntos personales, preferencias personales, que decían, que hay que ser claros, muy pocos artículos personales, no podían llevar muchas cosas.
Y claro, bueno, las semillas eran, según los ingenieros y funcionarios de la NASA, inocuas, por lo que dieron su aprobación a aquellos que debían darla. Y Rusia accedió a llevarlas. Y finalmente, las semillas orbitaron la luna 34 veces en el módulo de mando Kitty Hawk, al mismo tiempo que, por ejemplo, Alan Shepard estuvo jugando a la Luna.
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