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El Garaje Hermético de Máximo Sant
AMR Cap. 106: El Porsche que más me impresionó

AMR Cap. 106: El Porsche que más me impresionó 5u2s5d

2/6/2025 · 20:39
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El Garaje Hermético de Máximo Sant

Descripción de AMR Cap. 106: El Porsche que más me impresionó 6j6l43

Arrancaba el año 1994. Ya había tenido oportunidad de probar, como profesional, muchos modelos de Porsche… Bueno, en esa época en realidad la gama eran 3 modelos, el 968, el 911 y el 928. Pero el que probé en enero fue el que más me impresionó… Me enamoré de ese coche y sigo enamorado. Bienvenidos a los Podcast de los Lunes de Garaje Hermético. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/790918 67316

Lee el podcast de AMR Cap. 106: El Porsche que más me impresionó

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Aquellas maravillosas revistas. Capítulo 106. El Porsche que más me impresionó. Arrancaba el año 1994 y había tenido oportunidad de probar como profesional muchos modelos de Porsche. Bueno, en esa época en realidad la ganaban tres modelos. El 968, el 911 y el 928. Pero el que probé en enero fue el que más me impresionó. Me enamoré de ese coche y sigo enamorado. Bienvenidos a los podcast de los lunes de Garage Hermético. Os preguntaréis a qué coche me refiero, a qué Porsche me refiero. Me refiero al Porsche 968 Turbo S. Un coche redondo, nacido para correr.

Es que realmente con poner unas barras ya estarías listo para participar en cualquier campeonato de GT. Era un coche, como os digo, delicioso de conducir, eso sobre todo. Rápido, equilibrado, bien hecho. No había probado un Porsche mejor hasta ese momento. Había probado el Cup, que era también una versión un poco destinada a la competición, pero nada que ver con este.

Este coche es que estaba, como os digo, afinadísimo por un piloto, un piloto de ingeniero, que era Jürgen Barth, que era en este momento el departamento de competición de Porsche. El motor era fantástico porque era turbo, pero estoy viendo la curva de potencia. La curva de potencia es del libro porque es que arranca con 30 caballos a mil revoluciones y coronan unos 305 caballos a menos de 6.000 revoluciones.

Pero es que la curva de par es verdad que entre 1.500 y 3.000, un poquito menos, crece vertiginosamente, pero es que luego se mantiene. El motor era delicioso. Prácticamente no tenía tiempo de respuesta, pero como os digo, era delicioso porque tenía un par. Era una maravilla, por supuesto, rodando en carretera, pero en circuito te lo hacía todo muy, muy, muy fácil.

Pero con todo, el motor no era lo más importante. Lo más importante era el bastidor, que había sido reforzado, con una suspensión rebajada, con torretas que estaban unidas, con esa barra que se unen en los coches de competición, con un puente de acero, llantas de 18, que ahora no parecen muy exageradas, pero entonces sí que lo eran.

Y como os digo, sobre todo el ajuste de las suspensiones en cuanto a reglajes, hacían que el coche fuese un coche extraordinariamente rápido y a la vez, yo lo probé en circuito, también en carretera, pero sobre todo en circuito, que me harté de dar vueltas hasta que se hizo de noche, pues era una maravilla. Es que era una auténtica maravilla. Os voy a contar que este coche pesaba 1.300 kilos pelados. Es más, si le quitabas el equipamiento que podías llevar, aire acondicionado, por ejemplo, y los elbalunas que eran manuales, podía estar por debajo de los 1.300 kilos. Era un coche, como os digo, una auténtica pasada.

En circuito, es que sorprendía, como os digo, sobre todo por la nobleza, pero es que además, bueno, los asientos, antes de hablar de comportamiento, no quiero dejar de hablar de dos cosas, perdone, es que emociono con este coche. Una era la estética, no era exagerar a un ailerón un poco más grande, nada que ver con el, por ejemplo, un Escort Cosworth, unas llantas muy bonitas, más anchas y luego pues unos pasos de rueda un poquito ensanchados, sobre todo el coche más bajo, un poquito más bajo de adelante que de atrás. Tampoco quiero dejar de hablar del interior, porque estaba presidido por unos buckets, no asientos imitando buckets, no, no, buckets, eso sí, excelente y extraordinariamente acabados, con unos buenos cinturones y con todo esto, y ahora sí que hablo de comportamiento, de este coche el cambio era muy preciso.

Más que lento, diría que tenía unos recorridos algo largos. Recordad que tenía sistema transaxle, quiere decir que el cambio estaba detrás. El peso era muy equilibrado, a pesar de llevar un motor, el motor delantero, que os recuerdo que en este caso era un cuatro cilindros de tres litros. El motor de calle daba 300 caballos, pero con muy poca preparación, muy poca preparación, se subía a 350 caballos, con un kit que vendía Porsche, que incluso te autorizaba utilizar el coche en la calle, aunque este coche realmente su medio natural era el circuito. Como os digo, el circuito que tenía de bueno, bueno, una cosa que tienen todos los Porsche y que este todavía más, porque tenían unos discos absolutamente gigantescos, eran tan gigantes como de 322 milímetros.

Tenía una frenada, unos ruidos que eran los más grandes que permitían esas llantas. La frenada era extraordinaria, además con el coche muy plano, muy controlable, podías apurar mucho la frenada, el coche no se descontrolaba nada. Sorprendía, si en un coche con motor delantero que te esperas que sea un poquito más subvirador, la facilidad con la que el coche entraba en la curva. Era muy dócil a la dirección, que por cierto era directa, muy rápida, directa, y que te hacía sentir muy bien el coche. Eso en todos los 968, pero en este, con este calzado especialmente más. Lo mejor era que con esa respuesta del motor, porque llevabas el coche en la curva,

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