Stendhal y su síndrome, su síndrome y Stendhal 6ael

Hola, criaturos celestiales, espero que estéis muy bien.

Y bueno, voy a empezar con una mala noticia.

Oh, qué tragedia.

No, a ver, no es mala en sí.

Tampoco es una catástrofe, pero hoy me han comunicado que no ha salido el curso de Malburgués y Mediterráneo. Yo, como intento ser optimista, lo atribuyo en primer lugar a que estamos en primavera y bueno, sí que han salido otros cursos, por supuesto, porque si no, el invento de la Academia de la Central, que a mí me chifla, por cierto, no funcionaría, pero también me preocupa porque la verdad es que si miráis el contenido, yo que sé, es es y hay nombres que atraen desde Ripley, pasando por Montalbán, Camilleri y después, pues bueno, otros que son más exigentes si queréis.

Pero yo creo que claro, en una ciudad como Barcelona uno espera que sí, que se apunten personas y en cambio te das de bruces con la realidad y bueno, no es ninguna sorpresa por lo que digo yo siempre de cierto provincianismo bien untado con postureo y no es ningún ataque ni es ninguna rabia, es una especie de constatación.

Yo en otoño volveré a la carga con la idea de un monográfico sobre el Samorante que ya veré como estructura y espero que salga la verdad, porque es que me apetece un huevo y además pasado lo mismo con el mal burgués y mediterráneo, por lo cual supongo que en algún momento del próximo mes quizá haga dos programas para fans semanales, porque en uno hablaré de lo que yo quería hacer en el curso dedicando sesiones específicas que no serán tan largas como lo hubieran sido en la Academia de la Central, que eran clases de hora y media, pero que bueno, sí que pueden versar durante media hora de las cuestiones del curso, haciéndolas como os digo, solo para para fans, para potenciar también lo económico de todo este invento que ya sabéis, vosotros podéis hacer preguntas y sugerencias siempre que queráis a oyentes 15 al día arroba yahoo.com y bien, o ya lo sabéis por el título, siempre digo lo mismo, soy un desastre.

Trataremos el síndrome de Stendhal.

Guau, y porque me ha dado por ahí.

No, no porque se acerque el período vacacional, sino porque me apetece tratar como quien dice un poco al escritor francés, que yo creo que es un claro preludio del surgimiento de un yo moderno.

Y aquí me recrearé porque es un tema que que me interesa bastante y en el que no he ahondado lo suficiente para luego tratar.

Ya lo iremos combinando como hago siempre lo que es el síndrome, porque estos días estaba con una movida para un premio y al hablar de Roma he empezado también a reflexionar sobre si el síndrome de Stendhal es posible en la ciudad eterna.

Tan de moda estos días por el conclave que, por cierto, será el protagonista del programa del miércoles con la película, con lo cual tenéis más tiempo para las preguntas de los oyentes.

Y dicho esto, por supuesto, empezamos.

Tú sabes que yo me stop y vamos con con Anri Bail o Bail.

Más bien Bail, porque el bail sería anglificarlo.

Es esa cosa que alguna vez os he contado, por ejemplo, de yo que sé, en Prus, no? Llamar a Rachel, Rachel, por Dios, no vayamos a anglo sajonizar todo porque es horrible.

Y además aquí es que tenemos un francés de Grenoble, un hombre de diría yo, vamos a comprobarlo ahora, quizá gotuk, tuk, tuk, tuk, chik, chik, chik, chak, chak, chak. Vamos a ver la fecha.

Efectivamente, 1783 y murió en París en 1842.

Nació en Grenoble.

La verdad que en su momento sí que me interese mucho por su vida, pero me gusta más que me la cuente él.

Y esto es a lo que iba a ver cómo es comprensible.

Tenemos una persona que surge y crece en un ambiente burgués.

Eso es impepinable.

Y luego lo que encontramos es que es hijo de un hombre.