S XX Ray Bradbury, La sirena del faro 4z3w1q

Ray brad murió las sirenas para allí adentro en las frías aguas lejos de tierra todas las noches esperábamos la llegada de la niebla y llegaba y en grasa vamos la maquinaria ayer entendíamos el faro en la parte de arriba de la torre de piedra sintiéndonos como dos sabes en el cielo gris mac tornillo emitimos aquella luz roja luego blanca luego de nube por roja para que vieran los barcos solitarios y si no veía nuestra luz entonces siempre estaba nuestra voz el enorme y profundo grito de la sirena del faro que estremeciendo haciéndose entre los jirones de la bruja sobresalta a las gaviotas y las dispersada como amazon de naipes y hacía que las zonas se elevarán y espuma harán es una vida solitaria pero uno se acostumbra a ella no pregunta matute si dije yo eres un buen conversador gracias a dios bien mañana es tu turno de bajar a tierra dijo el sonriendo de bailar con las damas y beber ginebra en qué piensas mac down cuando te dejo aquí solo los misterios de la mar magnitud encendió su pipa eran las siete y cuarto de una fría tarde de noviembre la calefacción funcionaba la luz enviaba sus destellos en doscientas direcciones las sirenas sonaba a intervalos en lo alto del cuello de la torre no había ninguna ciudad en los trescientos kilómetros de costa sólo una carretera que se abría paso solitaria a través de una región muerta hasta el mar con unos pocos coches en ella aquella extensión estaba separada de nuestra roca por tres kilómetros de agua fría y algún barco los misterios dijo don pensativa activamente sabes algo de la tormenta de nieve más en día hablada de todo el océano el barro rodaba y se y chapa con un millar de formas y colores no había dos iguales extraña una noche hace años estaba aquí sólo cuando todos los peces de lavar subieron a la superficie algo les hacían a dar por aquí quedarse en la bahía temblaba y mirada la luz de la torre que se ponía roja blanca roja blanca por encima de ellos de modo que yo podía haber sus curiosos ojos frío una gran cola de pavo real la que se estuvo moviendo hasta la medianoche luego sino solo sonido se marcharon aquel millón de peces desapareció pensé que debía haber venido de todas partes a adorar a algo muy extraño pero imaginas lo que les debe de parecer la torre elevando se veinte metros por encima del agua el dios de la luz que este ya hay manifestándose con una voz tema nunca volvieron por aquí aquellos peces pero no crees que durante un tiempo pensaron que estaban en presencia de un dios me estremece mire hacia la extensa pradera gris de la mar que se extendía hacia la nada hacia ninguna parte la mar está llena down vio nerviosas a su pipa parpadeando tierras al todo el día nervioso y no había dicho por porque a pesar de todos nuestros ingenieros y de los llamados submarinos lo seguirá estando diez mil siglos antes de que podamos pisar el fondo auténtico de las tierras sumergidas los reinos mágicos de allí abajo y conozcamos el verdadero piensa en ello allá abajo todavía es el año trescientos mil antes de cristo mientras nosotros desfila vamos con trompetas alejándonos con paso largo de los siglos ellos han estado viviendo bajo ganar a veinte kilómetros de profundidad en una época tan antigua como la estela de un cometa