PoliPepe#1619: Momento de decir adiós a la temporada NBA para muchos jugadores 313n2p

Esto es PepeDiario, PoliPepe.

Hola, ¿qué tal? Hoy estamos a martes 18 de marzo del año 2025.

Os hablo desde el barrio de Arguelles, en Madrid, en España.

Yo soy Pepe Rodríguez y este es el programa número 1619 de la sección polideportiva de PepeDiario.

Entramos en esa fase de la temporada en la que en los equipos malos cada lesión es una lesión que lleva acompañado detrás.

Él ya no jugará más este año.

Final de temporada, que te asustas de entrada.

Dices ahí va, pobre, se ha roto algún ligamento, se ha roto algún menisco, alguna rodilla fuerte para varios meses y esta es una lesión muy heavy, muy seria y por eso nos lo vamos a perder, qué lástima.

Y luego paras a pensar y dices, no, no, date quieto.

Puede ser, puede que en alguno de estos casos sea así, pero en otros, simple y llanamente, es que queda un mes de competición para los equipos malos y si tienes una lesión para dos, tres semanas, ¿qué sentido tiene forzar cuando ya no estás peleando por entrar en playoff? De hecho, la mayoría de estos equipos lo que quieren es tener la mejor posición de cara al draft y aunque tengas una lesión escasa, lo normal es que la noticia venga acompañada con un final de temporada.

Final de temporada para tal jugador.

Esta noche hemos tenido dos de diversa gravedad, de diversa importancia, ya veremos cómo se aproximan a la off-season, al verano, por qué los dos jugadores son relevantes en la liga y sobre todo los equipos, los proyectos son dos de los grandísimos fracasos de la temporada que van a tener unas dudas y un trabajo este verano absolutamente alucinante.

Esta noche se nos ha confirmado que Paul George no jugará más en lo que queda de temporada, que la pregunta que te haces es ¿anda coño, estaba jugando la temporada? Paul George es el fichaje más catastrófico del año y espérate que no se acabe convirtiendo en uno de los fichajes más catastróficos de la historia de la NBA porque le quedan otros tres años de contrato máximo a Paul George en un equipo que está haciendo el ridículo como lo está haciendo por problemas de lesiones en un principio pero después también por total ausencia de competitividad, por total abandono de cualquier obligación profesional y el primero que tiene que hacérselo mirar, aquel que tiene que estar en el centro de todas las críticas y que es el único que puede cambiar la dinámica a futuro de la franquicia, es Paul George, el único.

Si es que le queda algo de baloncesto en sus venas que es algo que es debatible, ¿no? Es debatible porque lo que estamos viendo es de señor acabado, si no en lo físico, desde luego en lo mental, en las ganas de competir.

Ha hecho una apuesta desmesurada Filadelfia por él.

Todos entendemos que si Joel Embiid no está para competir al máximo nivel, este proyecto no va a ningún lado, pero entre que Joel Embiid no esté para competir al máximo nivel y aquí, bueno, pues parece que todas las apuestas están en contra de que lo vuelva a ser, veremos con la nueva operación, con el nuevo verano de descanso, veremos, tengo poquísima fe o ninguna fe, pero Dios dirá, ¿no? Como para meterse en esos temas que se nos escapan tanto.

Pero el caso de Paul George, no.

El caso de Paul George, aunque este equipo no fuese contendiente, tú tienes que comportarte como un profesional que se merece el máximo, el máximo económico y que te ha firmado este año el equipo.

Tú no puedes arrastrarte por la pista así si no tienes la excusa clara que tiene Joel Embiid y no parece que la tengas.

Si estás asolado por las lesiones, no parece que revistan la misma gravedad o que te impidan tanto cuando estás en pista.

Pasas como un espectro, no se sabe nada de ti durante el partido, da vergüenza ajena ver a Paul George.

Bien, ese es el lastre absoluto de los Philadelphia Sixers, tanto o más, que el de Embiid, solo que este indigna al doble.

Y además, te impide pensar en mover ninguna pieza, en cambiar ningún contrato, en pensar en nada a cuatro años vista, no a cuatro meses vista, no a año y medio vista, no.

A cuatro años vista, te complica, te impide.

¿Qué coño complica? Te impide cualquier tipo de movimiento.

Y eso es, por supuestísimo, desesperante para cualquiera que siga a los Philadelphia Sixers.

Así que, que no juegue más esta temporada a Paul George.

Es un final adecuado a una de las temporadas, pero también a uno de los proyectos más fracasados que recuerdo en NBA Moderna, no por el año en sí mismo, que de esos hemos tenido muchos, sino por encima lo que te compromete de futuro.

Es un caso un tanto diferente el de los Pelicans.

Primero, porque estamos hablando de un equipo que no es de la importancia de los Sixers, que tampoco ha hecho la apuesta que han hecho los Sixers, que se va a llevar a cabo.