PepeYanki#1671: La final de la Stanley Cup mira a Edmonton Oilers 2d2u2a

Esto es PepeDiario, Pepe Yankee.

Hola, ¿qué tal? Hoy estamos a miércoles 4 de junio del año 2025.

Os hablo desde el barrio de Arguelles, en Madrid, en España.

Yo soy Pepe Rodríguez y este es el programa número 1671 de la sección de deporte norteamericano de PepeDiario.

Comienza esta noche la final de la Stanley Cup, la final de la NHL entre Edmonton Oilers y Florida Panthers.

Se repite la final de la temporada pasada.

No sucedía esto en la NHL desde la temporada 2008-2009, cuando los Peaceburg Penguins ganaron a los Detroit Redwings, que se cobraban la venganza del año anterior que había ganado Detroit.

Este año el que defiende título es Florida Panthers, que además, con esta presencia en la final, ya suma tres seguidas, porque había jugado también la anterior.

Son tres años seguidos que el este lo gana Florida Panthers.

Seis, qué casualidad, qué curiosidad.

Seis seguidos que un equipo de Florida, en ese estado tan de hockey y tan de hielo, juega la final de la Stanley Cup.

Fueron tres años de Tampa Bay Lightning y ahora tres años de Florida Panthers.

Qué cantidad de historias, qué cantidad de narrativas alrededor de esta final que a mí particularmente me encantan.

Me encanta, me parece que estamos ante un momento de la NHL que vamos a recordar por mucho tiempo.

Primero, por Edmonton Oilers.

Más que por Edmonton Oilers, empezando por Connor McDavid, por el gran jugador, la gran estrella, el tipo que es el chico póster ahora mismo de la NHL y que lleva demasiado tiempo siendo muy bueno, pero no habiendo ganado nunca el anillo.

No se puede exigir ganar el anillo todas las temporadas, no se puede exigir ser un equipo que levanta la copa por mucho que tengas al mejor jugador, y más en una liga como la NHL tan igualada y en la que el valor del jugador estrella, su capacidad diferencial, pues para mí es la menor de las cuatro grandes ligas norteamericanas.

Sin embargo, si aspiras a ser uno de los más grandes de la historia y con el talento de McDavid no se puede aspirar a otra cosa, tienes que conseguir plata.

No hay más. Tienes que tocar la copa, levantarla, tienes que ser alguien que pueda poner en tu currículum que fuiste clave para que tu equipo ganase el gran título, porque así se escribe la historia.

La ha tenido que pasar a todos y no es una excepción.

En los últimos años tardamos muchísimo en ver que el Bechkin y los Washington Capitals ganaban la Stanley Cup, tardamos menos en ver a Sidney Crosby, por supuesto, en su día, en los 80, no se tardó tanto en ver a Wayne Gretzky ganar.

Hay aquí una obligación, una obligatoriedad para Connor McDavid y los Edmonton Oilers de levantar esta copa y certificar lo que muchos sentimos desde hace mucho tiempo, que como jugador no hay ninguna duda, como equipo hubo dudas en su día, pero hace ya un par de años que fue el propio Connor McDavid en primera persona y tampoco, sin pegar alaridos, sin pegar voces, decidió que este equipo no tendría que ser solo un equipo espectacular, un equipo maravilloso, un equipo de Highline, un equipo capacitado para hacer alguna de las mejores jugadas y goles de la temporada, sino que iba a ser un equipo perro, duro, cabrón, un equipo que pegue, con profundidad y que defiende.

Y eso no pega nada con la personalidad de Connor McDavid, pero ha ido modulándola, ha ido encabronándose debido a tantas derrotas y sí, sí se han convertido en eso.

A imagen y semejanza de su líder, los Edmonton Oilers llevan un par de temporadas en las que son un equipo diferente al prejuicio que un día pudimos tener con ellos.

Y así llegan a esta final. De hecho, el proceso de crecimiento ha sido como muy orgánico.

Él y León Draisatel eran chicos maravilla.

León Draisatel ganó el MVP de esta liga, no lo olvidemos.

Y bueno, pero no eran extraordinariamente competitivos como equipo, no ellos dos, sino como equipo. Luego pasaron a ser competitivos.

Después de ser competitivos, pasaron a meterse en la final de la Stanley Cup el año pasado, la perdieron.

Eran inferiores a Florida Panthers en todas las apuestas.

En cualquier análisis había abrumadora mayoría de gente que pensábamos que Florida era mejor equipo.

Le costó a Florida más de lo que parecía en un principio llegando al séptimo partido.

Aún así, qué diferente a cómo llegan este año.

Este año Edmonton llega tan favorito, si no más, que Florida, porque han sido aún mejor equipo que el año pasado, aún más profundos, aún con mejor defensa, aún con más jugadores relevantes, siendo importantes durante los play-offs y la temporada regular, que no son estrictamente jugadores de ataque, jugadores de maravillas, jugadores de habilidad.

Y eso ha recaído sobre los hombros de Connor McDavid, que lo ha asumido, lo ha aceptado y lo ha llevado adelante como el mejor equipo de la temporada.