OLR-03/06/2025. Especial Las Arañas 1m1f6o

La naturaleza es como un libro, solo tenemos que abrirlo para ir descubriendo sus maravillosos secretos.

Hoy vamos a abrir una de sus páginas para conocer unos animalitos muy solitarios que abundan en todo el mundo y en todos los climas.

Desde las regiones que están más al norte del mundo, en donde hace mucho frío y la tierra está cubierta de hielo y nieve, hasta en los desiertos, que son las regiones más calientes y secas.

También se encuentran en las montañas más altas y en las cuevas más profundas.

Estos animalitos son las arañas.

Pero como el tiempo de este programa es muy corto, no les vamos a poder contar todas las cosas que quisiéramos comentarles sobre las arañas. Sin embargo, estamos seguros que ustedes, que son muy curiosos, nos harán más de una pregunta después de escuchar esta charla. Así que comenzamos.

Las arañas son parientes de los insectos, pero pertenecen a la familia de los arácnidos, a la cual pertenecen también los escorpiones, los ácaros y las garrapatas.

La palabra arácnido viene del idioma griego antiguo. En ese idioma, la palabra araña se dice aracné.

Luego los antiguos romanos, cuyo idioma era latín, usaron la palabra aranea para referirse a las arañas.

También nos transmitieron la historia del origen de las arañas tal y como la contaban en la Antigua Grecia, que dice así.

Hace miles y miles de años, existía en la Antigua Grecia una muchacha que se llamaba Aracné.

Era una magnífica tejedora. Sus bordados eran tan maravillosos que toda la gente comentaba que sus habilidades se las había dado la diosa Atenea, que para aquellos tiempos lejanos, era la diosa de la sabiduría y patrona del tejido.

Un día, la orgullosa muchacha llegó a compararse con la diosa Atenea, que como les contamos, era la patrona del tejido, y la desafió para que participara en una competencia para ver cuál de las dos tejía mejor.

La diosa Atenea aceptó el reto. Bajó a la tierra desde el Olimpo, que era el cielo de los antiguos dioses.

Pero para engañar a la muchacha y darle oportunidad para que no fuera tan orgullosa, la visitó primero como una anciana.

Convertida en anciana, le dijo a Aracné que se comportara mejor con la diosa y le aconsejó humildad.

Pero la muchacha no escuchó a la anciana y le respondió con insultos.

Atenea entonces montó en cólera y se mostró como la diosa que era ante la muchacha.

Y la competencia comenzó.

La diosa tejió maravillosamente la tela. Bordó a los doce dioses principales de la Grecia Antigua en toda su grandeza y majestad.

Además, para advertir a la muchacha, bordó cuatro acontecimientos que enseñaban las terribles derrotas que sufrían los humanos que desafiaban a los dioses.

Por el contrario, la tela de la vanidosa Aracné, también bellamente bordada, mostraba a los dioses de una manera muy vergonzosa.

Cuando la diosa vio que el bordado de la muchacha insultaba a los dioses, se enfureció muchísimo y rajó la tela.

Aracné se dio cuenta que había ofendido gravemente a los dioses, sintió mucho miedo y casi enloqueció.

A toda prisa salió corriendo e intentó quitarse la vida colgándose de una viga del techo.

La diosa Atenea se apiadó de ella y le salvó la vida, pero para castigarla, la convirtió en araña y la condenó a tejer por el resto de los tiempos.

Según esta historia, de ella vienen todas las arañas.