Las Noticias Extrañas de Perra de Satán 08x40 6w331t

Esta semana habréis oído audios impresionantes o grotescos o indignantes, según como os toméis, la vida. Bueno, pues vamos a escuchar otras cosas que también pueden ser grotescas, no creo que indignantes, pero desde luego sí sorprendentes. Las cosas que nos trae Perra de Satán. Bueno, bueno, bueno, gracias, gracias, qué cálido recibimiento.

Has visto que te da aquí siempre la muchachada porque están entregados a la causa. La gente que vive en tu portátil o en tu ordenador es estupenda. Sí, hay un montón de gente pequeñita que es la que me hace las cosas y claro, este es un momento de la semana, pobrecitos. Muy bien, muy bien, pues de nuevo agradecida, de nuevo emocionada. Solamente puedo decir gracias por tenerme aquí otra semana más.

Oye, qué bonito tiempo tiene que estar haciendo en Sevilla. Muy bonito, muy bonito, muy bonito. Yo no lo estoy disfrutando porque llevo una semana encerrada en mi casa, pero debe estar muy bonito, sí, sí. Pero no eras tú del sevillismo de puertas para afuera. Claro, pero es que esta semana todo el sevillismo que a mí me gusta pues no ha ocurrido. Esta semana ha sido semana de fútbol y bueno, el domingo salió una virgen y ahí estuve yo. Eso sí es verdad, no he estado toda la semana encerrada.

Pero claro, se metió la virgen y nada más meterse a la virgen pues ascendieron las temperaturas. En vez de ascender la virgen, que es la que tendrá que ascender, digo yo, pues no, ascendieron las temperaturas. Estamos a 40 grados en mayo y bueno, pues nada, pasarla con gusto no pica, ¿no? ¿Y esto cómo lo combatís en Sevilla? ¿Con refrescos? ¿Con helados? Mira, yo salgo a primera hora de la mañana, que bueno, a primera hora de la mañana para mí son las nueve, porque es cuando abre básicamente el supermercado.

Entonces aprovecho para hacer todos los recaos a primera hora de la mañana. Si veo que me apetece, pues aprovecho para desayunar también por ahí, que aquí en Andalucía se desayuna muy bien. Esto, un jamón ibérico por la mañana que está buenísimo. Y ya a las nueve y media el calor es insoportable, entonces me meto en mi casa y ya está. Y me compro calipos, muchas cajas de calipos, gazpacho, mucha agua, mucho líquido, fresquita de la nevera, mucho té helado y nada, pues van pasando los días y así hasta noviembre.

Ah, pues muy bien, muy bonito. Oye, ¿y a ti no te pasa como a mí que esto hace que se me pase el hambre? Claro, claro, a mí también me pasa. Yo, bueno, me pasa todos los años lo mismo porque ya me vengo yo observando y es que cuando llega el calor de repente, como esta, que es la primera semana, no sé por qué mi cuerpo me pide mucha comida. No sé si es que te pone el pobrecito en modo supervivencia o qué, pero él dice dame mucho de comer y mucho de beber.

Y luego llega un momento que es como que yo ya no puedo más y ya me pasó el resto del verano. Es que mi menú de verano de toda la vida, porque ya en Madrid hace calor también en verano, me acuerdo en agosto que me tocó trabajar todo el mes de agosto en Madrid, pues básicamente mi dieta consiste en helados de polo, porque ni siquiera cremosos, los cremosos me dan calor, helados de hielo, calipo o un polo o unos fantasmicos y gazpacho y agua y, bueno, agua y bebidas de todos los sabores. En invierno, fíjate que si tú abres mi nevera solo hay agua y cerveza. Esos son mis básicos, pero la abres en verano y hay agua, zumos, tés, coca-cola, de todo, de todo, mucho líquido, mucho líquido.

Importante, ¿Colayet o Capitán Cola? Uy, a mí me encanta el Colayet. Colayet, eh. Sí, sí, sí, me gusta mucho. Vale, yo es que tengo una anécdota con el Capitán Cola. A ver. Evidentemente era un crío, pero un crío, y yo fui a un puesto, ahora explicaré por qué, y a la asombrada, asombrada dependienta, le pedí un Capitán Polla. Ah, bueno, claro. ¿Y qué te dio? No, rectifiqué y se lo pedí bien, pero es que tenía unos malísimos amigos, o sea, buenos amigos suelen ser malos amigos, y entonces estaban dándome la tabarra con la que no pides un Capitán Polla. Yo no quería, pero de repente se me cruzó el cable.