
Descripción de Juan Tallón: El mejor del mundo 4x723t
Entrevista de Manuel Pedraz a Juan Tallón sobre su novela “El mejor del mundo” (Anagrama) La identidad es el tema central de la novela en la que Juan Tallón presenta a un personaje con dos biografías. Antonio Hitler Ferreiro es un empresario de Ourense que consigue tras un viaje a México situar uno de los ataúdes que construye, bañado en oro, como el mejor del mundo. Tras alcanzar su sueño de convertirse en un empresario de éxito, al volver a su ciudad comprueba que su mundo ha cambiado, su identidad es otra muy distinta a la que dejó al iniciar su viaje de negocios, incluso su apellido ha dejado de tener la carga peyorativa que tenía porque la Historia ha sido otra. Hasta en su casa lo reconocen con su nueva identidad, por lo que tiene que gestionar cómo adaptarse a esa nueva vida, en la que se ha convertido en un intelectual reconocido por la sociedad, pero que quizás esconda más miserias personales de las que ocultaba en su anterior identidad. 3u5u6g
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Historias de papel, premio nacional de fomento de la lectura.
El mejor del mundo, de Juan Tayón.
Antonio Hitler descubre a su regreso de un viaje de negocios por Sudamérica que el mundo ha cambiado radicalmente y lo descubre paulatina y trágicamente.
¿A dónde ha ido a parar el mundo tal y como lo conocía antes de irse de España? Es más, ¿a dónde ha ido a parar su historia personal? Porque de pronto ahora parece que esa historia personal ya no sea válida, no exista, nadie la reconozca, solo él.
Esa es la tragedia personal que Antonio Hitler Ferreiro tiene que empezar a gestionar justo el día en que vuelve de un exitoso viaje comercial a América.
Consigue el éxito empresarial que siempre ha soñado, con el que de alguna forma salda deudas importantes, muy dolorosas, pendientes con su padre, que nunca creyó en él como empresario.
Cuando vuelve a su ciudad, a Urgense, comprueba que el mundo que dejó ha cambiado radicalmente y lo que es más importante, la identidad que tenía al marcharse, la identidad y la vida que le daba consistencia, se ha esfumado por completo.
Ni en su casa lo reconocen, o dicho más exactamente, lo reconocen con una identidad muy distinta a la que tenía cuando emprendió viaje.
Para justificar, normalizar, si se quiere, este cambio tan radical en la vida del protagonista y también en la actitud que debe adoptar el lector ante la novela, Juan Tallón cuenta la historia en dos partes perfectamente diferenciadas.
En la primera nos va presentando a este señor, Antonio Hitler, hijo de un empresario dedicado a la construcción de ataúdes, un tipo violento y un tanto deleznable, con una vida bastante agitada.
Y en la segunda parte, como lectores, tenemos que aceptar fantasía como elemento de compañía en el relato, porque el mundo ha cambiado.
Y al protagonista lo encontramos, se encuentra él mismo, para sorpresa propia, como un miembro muy apreciado en la comunidad en la que vive, con reputación y una formación intelectual que parece muy deseable para cualquiera, muy impidiable incluso, pero que él mismo lo va descubriendo, pues quizás esconda aspectos más reprochables incluso que los de su vida anterior.
El lector de la novela, llegado a ese punto de la historia, no puede sino sentirse desconcertado, no entiende qué está leyendo, puede incluso dudar si el libro está bien impreso, si pueden faltar páginas, porque no tiene sentido lo que sucede.
Hasta que llega ese momento en el que el lector empieza a sospechar que la novela ha abandonado el terreno del realismo para introducirse en el de lo fantástico.
Aunque yo como autor intento que eso tan extraordinario a lo que se está asistiendo en esas páginas tenga un tratamiento especialmente ordinario, debemos rebajar el estatus de lo fantástico del realismo.
Y bueno, claro, tiene que cederme toda su credibilidad el lector, es un reto para él, lo sitúa ante un personaje que de pronto no sabe quién es, y no porque haya perdido la memoria, sino porque lo que es se lo ha arrebatado la nueva realidad en la que lo he situado yo a la vuelta de ese viaje.
Así que tenemos a un tipo obsesionado con triunfar comercialmente en su sector, el de los ataúdes, Orense, la primera provincia española en producción, que está enfrentado a su padre porque poco menos que lo considera un inútil, pero que con el paso del tiempo y tras vicisitudes personales y familiares que tendrán que ir descubriendo, logra su sueño, su gran sueño, triunfar a nivel internacional con un ataúd bañado en él.
Comentarios de Juan Tallón: El mejor del mundo 2d2937