Javier Gutiérrez - Los aranceles de la estrategia geopolítica 6455x

Los blancos, los negros, la religión, el pesimismo de la razón, la foto del grupo el primer día en la escuela, libertad de movimiento tras cruzar la frontera, las ocho princesas y setecientos enanos, las armas, los escudos, los derechos humanos, los cuervos que graznan, la revolución, que muera la piedad, muerte a la compasión, la sangre se coagula sobre el pavimento, está paralizando un mundo en movimiento, la voz que balbucea, la esperanza se atasca, la cabra que vive, la que estira la pata, la reportera de moda que ama la guerra, porque eso le recuerda que era joven y bella, amigos y enemigos, qué comodidad, pueblos de asilla contra la gran ciudad.

Bueno, el mundo está como está, efectivamente, como decía esta canción, la bolsa que baja, la bolsa que sube, en fin, la hegemonía mundial, los esqueletos dentro de un armario, bueno, y todas esas cosas que estos días, pues inevitablemente, son noticia, y de la que hablamos hablan los grandes medios cada día, y que aunque a veces nos parecen lejanas, pues nos afectan en la vida cotidiana.

Cuando la economía se convierte en protagonista, pues nos gusta siempre que podemos robarle un ratito de su tiempo a Javier Gutiérrez, que, como decimos siempre, es nuestro experto al que recurrimos para tratar de entender lo que a veces es tan complicado.

¡Buenos días, Javier! ¡Buenos días! Bueno, estás en Valladolid, por lo tanto, un poquito peor que si estuvieras en Valdiverso, por aquello de la primavera, los cerezos en flor y todo lo demás, pero espero que pronto vengas por aquí. ¿Vais a venir algunos días de Semana Santa o qué? Sí, sí, ya mañana vamos para allá.

Ah, vale, estupendamente.

Nos quedamos hasta el domingo siguiente.

Bueno, para no molestarte cuando estés aquí vacacionando, te cogemos hoy por banda.

Javier, claro, cuando yo esta semana te decía ¡Oye, pues hablamos un día de todo este asunto de Trump, de los aranceles, de la economía mundial! Bueno, está la situación en un contexto concreto, con unos aranceles concretos, así que de la noche a la mañana todo cambia.

Tú ya lo decías el día que hablábamos de esto, que había que esperar, que decía este mucho que iba a hacer, pero al final que no, que sí.

¿Qué es esto, Javier? Es un poco locura, ¿no? Bueno, yo creo que es un poco locura, sí.

Tiene que ver con dos razones y, por tanto, hay que seguir esperando.

La primera razón es que estamos con un negociador muy autoritario, que además viene de las negociaciones en el mundo de la empresa, que tienen mucho de pulso, de jugada de Moos, de hórdagos y de caos.

Y parece que le gusta desenvolverse también en las relaciones internacionales, en ese mundo de caos y de chulería, un poco de chulería.

Por tanto, yo creo que habrá que esperar más o menos un mes, dos meses todavía, hasta que esto se decante.

Desde el punto de vista, al menos, de los obstáculos al libre comercio, desde el punto de vista de la evolución bursátil y desde el punto de vista tercero de la afectación a la situación macroeconómica, que seguramente puede ser la más preocupante.

Yo creo que son las tres cosas que hay que repasar y, finalmente, yo creo que también en estos momentos hay que empezar a prestar atención al pulso que ya se presenta.