Héctor González 653r1k

Héctor González ha tenido tiempo para atenderme: está de excedencia para afrontar todo lo que supone la ratificación de su condena en el Tribunal Supremo. Es uno, el único hombre, de las llamadas seis de La Suiza, esa confitería, aquella trabajadora en apuros, que un día se cruzaron en el camino de un sindicato gijonés. Es mala señal que a un sindicalista le pidan una entrevista: cuando hacen lo que se espera de ellos y todo sale bien, los agradecimientos son discretos; cuando hacen lo que se espera de ellos y algo sale mal, llegan las sentencias y las portadas. Es lo que hay y por eso es importante hablar con ellos.   i6v4f