
Descripción de Episodio 78.- La nazificación de Alemania. 6zo1x
Continuando con la serie de episodios que esta temporada, con ocasión del ochenta aniversario del fin del Tercer Reich, estamos dedicando en el podcast al nazismo, describimos cuáles fueron los antecedentes históricos que marcaron el devenir de un convulso periodo del que se aprovecharon sus mayores agitadores sociales. Tras la finalización de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) con una Alemania humillada por la firma del Tratado de Versalles, irrumpe en el escenario político una agrupación de extrema derecha que sería liderada por un veterano del conflicto bélico: Adolf Hitler. El joven austríaco, que hasta entonces en su vida como civil no había destacado en nada, a través de un magnífico ejercicio de la oratoria y la puesta en escena, empieza a ganar adeptos para la causa de su partido, el Nacional Socialista Alemán (NSDAP) con unos incendiarios discursos que tienen como violento colofón un frustrado golpe de Estado en 1923. Tras ser condenado a ingresar en prisión, en la que tan solo cumple nueve meses de la totalidad de pena, los felices años 20 alejan de la actividad política a un Adolf Hitler que al final de la década va a recuperar fuelle, beneficiándose de una recisión económica en Alemania que aboca a una cifra insoportable de desempleo. Como consecuencia de una brillante estrategia electoral, el partido Nazi logra en las urnas cifras de votantes nunca imaginadas, lo que con el apoyo de otros partidos permite que Hitler acceda al cargo de Canciller o Primer Ministro de una inestable República de Weimar, presidida por el manejable veterano Hindenburg. Tras el provocado incendio del Parlamento alemán y la purga de la Noche de los cristales rotos, un Hitler que ya en 1934 ostenta el poder absoluto, lidera una nación cuya población en su gran mayoría se entrega a una causa nazi que está permitiendo que se recobre la identidad nacional al tiempo de que consolide un impensable desarrollo económico que asombra al resto de naciones europeas, que pagarían muy cara su pasividad ante las ambiciones territoriales del Canciller alemán. En este episodio escuchamos el tema “Little Symphony” de Pixabay. Agradecemos suscripción a este podcast y que nos deis un “me gusta” a los episodios que siempre podéis escuchar, descargar y compartir gratuitamente las veces que queráis. Para cualquier sugerencia o comentario, nuestro correo electrónico es [email protected] Y para cualquier otra consulta disponemos de la web teacusodeacoso.com, donde podéis leer todas las publicaciones escritas de nuestro blog y también escuchar, descargar y compartir gratuitamente todos los episodios de este podcast. 204x4x
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Hola, bienvenidos a la radio en internet.
Hace poco grabamos y publicamos un episodio referido al entorno femenino de Hitler.
En todo caso no existe nazismo sin Hitler ni viceversa.
Trataremos de explicar cómo nace el Tercer Reich y cómo se llega a una Alemania nazificada.
Para ello debemos antes situarnos en la Alemania de la posguerra, hablamos de la Primera Guerra Mundial y de la República de Weimar.
En cuanto a antecedentes históricos que hay que tener en cuenta para intentar entender todo lo que sucedió después.
En este punto es importante describir cuál era el contexto socioeconómico de los años veinte en Alemania.
Pensemos que tras la derrota en la Primera Guerra Mundial y que concluye en 1918, se genera una tremenda crisis de identidad en el pueblo alemán, coincidente con una galopante recesión económica.
Tened en cuenta lo que supuso la inflación tras devaluarse el marco alemán, porque un dólar norteamericano llegó a equivaler a mil millones de marcos, una auténtica barbaridad.
Y todo ello derivado de la derrota en la guerra y de la firma del Tratado de Versalles, que fue para los alemanes una auténtica humillación de las naciones vencedoras, puesto que impone unas condiciones durísimas para la perdedora que, curiosamente, ni fue invadida durante la guerra ni sufrió destrucción dentro de su territorio.
Pensad que según lo calculado, en lo económico Alemania debería haber estado pagando los platos rotos hasta los años 80 del pasado siglo XX.
Pero además el Tratado de Versalles imponía que Alemania perdiera todas las colonias, que perdiera una séptima parte de su territorio, lo que implicaba que cerca de 10 millones de alemanes quedarían integrados en el territorio de los países limítrofes.
Y toda esta crisis contribuye a un caldo de cultivo perfecto para la irrupción de las ideas políticas más extremas.
Tanto desde la izquierda, alentada por lo sucedido en Rusia, como desde la derecha, integrada en buena parte por militares y veteranos de la guerra, entre quienes se empieza a calar una idea que luego harían suyo a los nazis, la apuñalada por la espalda, la traición al pueblo alemán por parte de sus gobernantes, apoyados, y esto es muy importante, por una parte, de la población que a la postre sería el chivo expiatorio, la judía.
Pues bien, dentro de este contexto tan complicado y del espectro político de la derecha extrema, y además antisemita, empieza a destacar un partido político.
Hablamos del Partido Obrero Alemán, fundado por Anton Dresler.
Fijaos que parte de muchas de las ideas de la sociedad Tull, una sociedad secreta con un componente esotérico indudable y obsesionada con buscar las raíces de la raza aria, considerada la superior, sentando las bases de las extravagancias del que luego sería uno de los más importantes jerarcas nazis como veremos.
Entre los de esta sociedad Tull destacaba Gottfried Feder, que tenía como peculiaridad un bigote excesivamente recortado, rompiendo con la estética masculina de entonces.
¿Y quién imita este peculiar aspecto de Gottfried Feder? Un entusiasta joven austríaco que ingresa en el partido, Adolf Hitler.
La historia de Hitler hasta su llegada al Partido Obrero Alemán es de sobra conocida pero lo vamos a resumir.
Tras ver truncadas sus expectativas al no poder ingresar en la Academia de las Artes en Viena, Hitler se gasta todo el dinero de la herencia de sus padres y se ve obligado a vagabundear, a mendigar durante algún tiempo, pudiendo comer con lo ganado gracias a la venta de las acuarelas que pinta.
Pero llega un acontecimiento que lo cambia todo, la Primera Guerra Mundial.
Por circunstancias no del todo aclaradas no consigue alistarse en el ejército austríaco pero sí lo hace en el alemán y durante el transcurso de la guerra obtiene la Cruz de Hierro.
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