Dando Caña | 02/06/25 281q6k

Un bulo, tres ministros y una verdad incómoda. Este fin de semana tres del consejo de ministros María Jesús Montero, Pilar Alegría y Óscar López han dado por válida una información falsa que ponen entre dicho el trabajo de la buco de la Guardia Civil. La noticia publicada inicialmente por el plural y recogida sin matices por la Sexta y Televisión Española afirmaba que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso había fichado a un ex capitán de la Guardia Civil, a Juan Vicente Bonilla, quien supuestamente había fantaseado con poner una bombalapa al presidente del gobierno, a Pedro Sánchez.

La acusación es de una extrema gravedad. Se trataba de insinuar que un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, hoy al servicio de la Comunidad de Madrid, había valorado la posibilidad de cometer un magnicidio. Pero el problema es que no era cierto. Faltaban datos, muchos datos y como en otras muchas ocasiones el contexto lo cambia todo.

El periódico The Objective publicaba la conversación al completo de WhatsApp en la que se basaba esa acusación. Lo que en realidad ocurre es que en ese intercambio es que el ex capitán Bonilla, bajo el seudónimo de Roberto, mantenía una conversación con un confidente y lo que se dice en ese diálogo dista mucho de lo que se ha difundido.

No es Bonilla quien quiera atentar contra la vida del presidente, sino él mismo quien habla de la posibilidad de ser víctima de un atentado por estar investigando, y es literal, a los que trincan. Entre ellos, según sugiere, Coldo García y el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos. El episodio en sí tiene varias lecturas. La primera, que se ha dado ver a ciencia institucional a una conversación manipulada que ya había sido ocasionada por omitir partes clave.

La segunda, que tres ministros del gobierno propagaban un bulo de forma coordinada sin contrastar esa información. Y la tercera, que los medios públicos y otros medios afines al ejecutivo contribuían a amplificar ese bulo sin el mínimo ejercicio de contraste informativo. Algunos medios, como La Sexta, rectificaban. El gobierno no lo ha hecho. Los ministros implicados no han pedido disculpas ni han aclarado sus declaraciones. Mientras tanto, se mantiene la acusación ya desmontada de que un miembro de la Guardia Civil pretendía atentar contra el presidente del gobierno.

Y este es, quizás, el punto más inquietante. Que en nombre de la lucha contra la desinformación, desde el propio gobierno se difunda desinformación. Que quienes exigen limpieza democrática estén dispuestos a ensuciar el debate público con insinuaciones falsas, mientras otros se limitan a mostrar el contenido al completo y, por tanto, la realidad. Porque en democracia, como en el periodismo, el contexto importa. Y la verdad también.

Comenzamos este lunes, comenzamos ya el mes aquí en Dando Caña, en este 2 de junio, en el que celebramos en el Santoral del Día de Hoy San Marcelino y San Pedro muchísimos asuntos de los que hablar después de este fin de semana, no sólo por ese bulo de la bomba Lapa, sino también muchísimas otras cuestiones en plano más bien internacional, después de los disturbios sufridos en París, también esta misma noche, tras esa victoria del PSG en la final de la Champions. Les contaremos también todas las novedades que aparecen publicadas hoy en la prensa y, por supuesto, en página internacional.

Seguimos mirando hacia Europa, porque este fin de semana, el domingo concretamente, se celebraron las elecciones presidenciales en Polonía y parece que, pues, lo que por lo que votan los ciudadanos se difiere bastante de lo que veíamos en estos últimos años en los diferentes gobiernos. Enseguida se lo contaremos, mientras tanto comenzamos con el comentario de Josep María Francas.

Muy buenos días. Pues muy buenos días, pues mira, cuando fue el sábado, creo, a raíz de una noticia publicada en Vox Populi, tuve la sensación de que somos un poco profetas. Si os acordáis, cuando se hizo la maniobra del chico este, que ahora se me ha ido el nombre, pero ya me da bastante igual. ¿Cuál de ellas? No, el de Badajoz, el de Extremeño. Gallardo. Gallardo, este.

Aquí dijimos que, todo el mundo decía, ay, este que se quiere defender, y dijimos que probablemente iba por otro lado la cosa. Y ya el sábado, alguien más se ha dado cuenta de que iba por otro lado la cosa, y Vox Populi titula, la maniobra de Moncloa, primero le pone nombre y apellidos a la causa, o a la dirección del tema, que no es Gallardo, sino que es Moncloa, la maniobra de Moncloa por aforar en diferido a David Sánchez, retrasará, y ahí viene la clave del tema, al menos el juicio.