Las Cosas Como VaNE: Cuando el corazón se rompe… El alma encuentra luz 4v3z27

Yo ya estaba en mi hogar, me meto a bañar y empieza el escurridero de leche, ¿no? Lloré mucho, o sea, grité, ahí sí grité, muchísimo, porque yo le decía a Dios, ¿qué voy a hacer con esto? ¿Qué hago con esta leche? ¿Qué hago con esto? Me acuerdo que Ricardo estaba en el baño, en la taza, sentado y nomás abría la puertita, ¿estás bien? Y yo, déjame.

En Las Cosas Como Van estamos a punto de comenzar una nueva temporada y esta vez nos adentraremos en lo más profundo de lo humano.

Historias de vidas reales, personas comunes y corrientes, que con sus experiencias nos regalan enseñanzas, nos mueven el corazón y nos inspiran a ver el mundo con otros ojos.

En cada episodio de esta temporada 6 encontrarás pedazos de vida, de esos que te hacen pensar, te hacen sentir, pero sobre todo comprender que en lo cotidiano también habita la grandeza.

Acompáñame a escuchar, aprender y a crecer juntos desde lo más auténtico.

Un capítulo más de Las Cosas Como Van, y yo feliz de que me estés escuchando o de que me estés viendo.

Y este es un capítulo igual como en esta temporada, Historias de Vida, donde un ser humano viene y comparte a través de estas cámaras, de estos micrófonos, una historia que seguramente va a conectar con muchas de ustedes.

De esas historias me llama mucho la atención y quiero decir que son de esas historias que la gente no les pone atención, que es como de, ah, pues ya, lo perdió, lo volvió a perder, ahorita se van a dar cuenta de que estoy hablando.

Y no nos vamos a la parte profunda, me encanta que vayamos a profundizar en este tema el día de hoy con una invitada que aparte ya conocía, maravillosa, Denise, bienvenida a Las Cosas Como Van.

Gracias por estar, gracias por venir a hablar de la pérdida gestacional y de compartir tu historia a todas las personas que puedan identificarse, que puedan conectar o que si en algún momento de su vida van a pasar por ese proceso, escuchen una historia linda y todo lo que tienes que platicarnos.

Pues muchas gracias Vane nuevamente por abrirme tu espacio, esta nueva temporada, esta nueva tú.

Y pues yo encantada de compartirles a todos ustedes que es lo que yo viví, que es lo que posiblemente alguien pueda estar viviendo, saben de alguien o algo que podamos compartir y saber que no están solos, no están solas, hablando principalmente a la mujer, que sabemos un atributo de muchas mamás y muchas mujeres que también hemos pasado por ese proceso y como tú dices, la sociedad no estamos preparados ni listos para afrontar procesos que es como el aborto o la pérdida de un bebé.

El micrófono va a ser tuyo y yo quiero abrir con una pregunta y ya de ahí si yo tengo que mediar o preguntar algo.

Mi pregunta principal es, lo dije en la introducción, no utilicé la palabra correcta porque sería lo normalizamos.

Normalizamos el que hoy en día más que nunca tengas pérdidas, no nos ceden los embarazos.

Hay muchísimas mujeres buscando embarazarse y haciéndose procesos y procesos y lo normalizamos pero no sabemos lo que cada mujer está sintiendo y viviendo en ese proceso de búsqueda y pérdida.

Y en esta parte donde no sabemos lo que todas las mujeres están sintiendo, estoy buscando y pierdo, busco y pierdo, busco y pierdo.

O en mi primer embarazo, con toda la ilusión de mi primer embarazo y lo pierdo y lo normalizamos.

Y es como, bueno, se va a dar.

O no te tocaba ser madre en esa vida.

Oye, es un angelito que está en el cielo, buscas otro.

Y mi pregunta hacia ti, y de ahí partimos todo, es ¿por qué decidiste hablar de ello? ¿Por qué dijiste, yo quiero en este espacio, yo quiero en un micrófono decir, es importante para mí hablar de esta pérdida que tuve y de todo lo demás que tienes que platicarnos? Bueno, pues primero que nada quiero decirles a todos que para mí voy a abrir un espacio de mi familia, también en mi corazón, que lo he guardado desde el 2018 muy, muy, muy profundo.

Es un tema que decidí hablarlo ahorita porque en su momento ni tenía el conocimiento, que todavía sigo formándome en esto, porque también siento que ya vemos muchas mujeres que cada vez es un tabú hablar a veces del aborto o la pérdida principalmente de un bebé.

Y lo hice porque yo, a partir de que cumplí 40 años, dije qué cosas en mi corazón me están generando y en mi vida una carga muy fuerte y que no he resignificado de tal manera que me dé como esa paz y esa tranquilidad que he buscado.