Casablanca (2/2). Nuestro Recreo. 1l4w2f

Aquí comienza nuestro recreo con Tere Poder Castillo, un programa sobre distintos hobbies,
aficiones y que se interesa por el tiempo que dedicas a lo que te importa.
Media hora con información, análisis y entrevistas. No te despegues, empezamos.
Como os prometimos, la segunda parte final de Casa Blanca, donde se juntan historias
o personajes que nos llegan al corazón, con sus frases inolvidables, el patriotismo en la
escena de la Marsellesa o su ocurrente escena final. Curiosidades y un montón de cosas.
Aquí, hoy en nuestro recreo, segunda parte y final de Casa Blanca.
Aquí estamos en nuestro recreo después de esta pequeña introducción para hablar de la segunda
parte de Casa Blanca. ¿Cómo estás, César? Te había dicho que teníamos que seguir.
Y aquí estoy. Aquí estamos. Aquí estamos dispuestos a seguir hablando de esta estupenda película.
¿Qué tal si empezamos con los actores principales, secundarios, personajes? Llámalo como quieras.
Pues sí, porque mira, en esta película podemos decir que tenemos tres papeles fundamentales,
pero yo creo que lo más importante es que están apoyados por un elenco de actores de
reparto fabuloso. Los tres principales serían Rick Blaine, que está interpretado por Humphrey
Bogart, y aquí podríamos decir, casi como decimos siempre, que no fue la primera opción. El personaje
se le ofrece a George Raft, que era uno de los grandes del cine negro de la época, sobre todo
en el cine de gángsteres, con aquellas películas interpretadas por James Cagney, en Edward G.
Robinson, por ejemplo, en Ampa Dorada, El enemigo público, Los violentos años 20. Incluso se dice
que se le ofrece a Ronald Reagan el papel, aunque yo no sé qué hay de cierto y qué de leyenda.
El caso es que George Raft rechaza el papel y cae en manos de Bogart, que yo creo que define
perfectamente el papel de tipo duro, pero al final, como vemos, con sentimientos y valores.
A ver, yo creo que podemos coincidir que si bien Bogart no ha sido uno de los mejores actores de la
historia del cine americano, pero sí uno de los más carismáticos y de los más reconocibles,
todo el mundo creo yo que conoce a Humphrey Bogart. Aunque empezó su carrera como el típico actor
de reparto de la Warner, protagonizaba aquellas películas de las que te decía antes, de gángsteres,
en las que moría casi siempre el primer tercio de la película, o como mucho, a mitad, y se fue muy
favorecido precisamente porque aceptó papeles que rechazaban estos que te decía antes, que luego se
convirtieron en grandes éxitos y eso es lo que le hizo saltar a la fama, porque vivió mucho o bebió
mucho del rechazo de estos colegas que te decía antes. Se consagra con lo que es El alcohol
mantés en 1941, la película de John Huston, esa sí que era puro cine negro, absoluto, y luego se
colocan el firmamento de las superestrellas de la época con Casablanca. A partir de aquí,
bueno, pues hace Sabrina, El sueño eterno, La reina de África, con la que gana su único Oscar, y antes
de esta protagoniza Tener y no tener, la obra de Hemingway, donde aparece Lauren Bacall,
la que fue su mujer. Lauren Bacall tenía 17 años por entonces, él tenía 45, surge un romance que
se convierte en un escándalo porque él estaba casado y se divorcia de aquella manera para casarse
inmediatamente con ella, y bueno, a partir de entonces, bueno, pues se vieron muy favorecidos
los dos por todo este escándalo, y bueno, les llovieron las ofertas, protagonizaron luego
también, como te decía, El sueño eterno, y bueno, pues Boggie, como era conocido, falleció joven el
pobre, creo que tenía 57 años, pero yo creo que se ha convertido en uno de los actores más
famosos de la historia del cine, sin duda alguna. Luego, quizás, pues teníamos el papel de Irsa,
que a diferencia de Bogart, Ingrid Bergman era la primera opción, la querían sí o sí, pero había
un pequeño problema, y es que esta estaba bajo contrato de David O. Selznick, que era el megaproductor
de lo que El viento se llevó, y se llega a un acuerdo, y es que él prestaría a Bergman a la
Warner, a cambio de que la Warner le preste a él a Olivia de Javilán, y esto, que hoy te puede parecer
una barbaridad, pues era práctica habitual de la época, los grandes estudios tenían contratados
a los actores, con contratos mínimo de siete años, en unas condiciones leoninas, y trapicheaban
con ellos como si fueran cromos, esto era práctica habitual, yo te presto a este, tú me prestas al
otro, y era una cosa súper común, ¿no? Pues Ingrid Bergman, que podemos decir, también una de las
grandes actrices del cine clásico, llega de su Suecia natal, protagoniza, ni más ni menos que
Luzca Bonita, una película fabulosa que a mí me encanta, por la que se trata.