Aldama entrega nuevas pruebas al juez que incriminan aún más al Gobierno 3g4w31

En Libertad, con Jano García.

Damas y caballeros, ¿qué tal? ¿Cómo están? Sean bienvenidos a esta noche del 17 de febrero de 2025. Comienza la semana con nuevas pruebas que ha aportado Víctor de Aldama al Supremo en relación a todo lo que viene denunciando en los últimos meses. Pero antes de entrar en lo que ha aportado Víctor de Aldama, me gustaría que vieran esta imagen que se ha hecho viral en redes sociales, que quizá algunos nos han enterado. Un atentado, uno más.

Ni siquiera ha sido el único de la semana pasada, en este caso en la pequeña localidad de Vilag, en el sur de Viena, de ese sirio que sonríe tras haber apuñalado a unos cuantos ciudadanos y haber acabado con la vida de un niño de 14 años. Ahí está sonriente, haciendo el gesto de Isis, y una policía que no sabe muy bien si lo apunta, si no lo apunta, pues bueno, el fiel reflejo de lo que es Europa. Lo digo porque llama la atención cómo, en el proceso de gradación en el que nos encontramos, alguno puede tener la tentación de normalizar esto.

De normalizar que ya antes empezaban en las grandes ciudades, ¿no? Y salía el alcalde Sadik Khan, unas declaraciones que hizo que, oye, nos teníamos que acostumbrar a vivir así, con este tipo de sucesos desagradables. Yo quiero recordarles que hubo una época en la que esto no ocurría. Sobre todo los más jóvenes pensarán que esto ha sido siempre normal. Y no es cierto. Hubo una época en la que estos atentados, que ya pasan en los medios de comunicación, si ustedes los leen, cuando ocurrió el atentado, pues era un poco menos, pues bueno, un suceso como si un accidente de tráfico o una cosa así.

No, no, no, no. Es un atentado en territorio europeo. Uno más. Costaría decir la cantidad de atentados, habría que hacer un estudio para ver, oye, cuántos atentados ha habido en Europa en los últimos cinco años. Costaría poder decir todos. Si nos escaparía alguno, seguro. Y llama poderosamente la atención que los medios de comunicación hayan incluso comprado esta tesis de, bueno, es que esto ya pues es algo normal.

Como si había un incendio en un edificio, o lo dicho, un accidente de tráfico. Que no, que no.

Que antes se vivía sin este tipo de cosas. Y cuando ocurrían, pues claro, a ver, esto, las cosas como son, es pura estadística, es imposible evitarlos. Pero desde luego, no, es imposible tener esta cantidad de atentados que tenemos. Eso sí se puede evitar. Pero cuando esto ocurría, la mayoría de televisiones cortaban sus emisiones, última hora, directo. Incluso algunos se desplazaban al lugar de los hechos. Salía a hablar los principales líderes políticos. Ahora ya ni eso. Ahora ya ni siquiera los líderes políticos muchas veces no ponen ni siquiera un tuit.

Que termina que es sencillo y cómodo. No. Porque se ha normalizado. Y conviene recordar que no es normal. Y que, por supuesto, hay que denunciarlo. Esto viene mal para todos los que han estado alentando este rollo multicultural, que se ha revelado un fracaso estrepitoso. Ahí están el resultado de las encuestas, por ejemplo, en Alemania y en otros países que llevan muchísimos más años por delante de nosotros. No se crean que nosotros no llegaremos ahí. Llegaremos, eh. Llegaremos.

Ahí está la prueba de que, por supuesto, que hay gente que todavía quiere volver a recuperar lo que es una vida normal, tranquila y la seguridad reine en nuestras calles. Cosa bien distinta, desgraciadamente, a lo que se ha estado votando en los últimos años con toda esta tropa de Macrones, Merkels y WunderLegends. Pero bueno, simplemente un pequeño recordatorio de que no conviene normalizar esto. A pesar, como digo, que los medios de comunicación son los primeros en hacerlo. Lo que tampoco es normal es el gobierno que tenemos aquí.

No es normal que estemos hablando aquí de si los pisos con señoritas, si sí, si no. Y tampoco es normal que estemos viendo cómo el Partido Socialista está con tipos que van a acabar en la cárcel, pues discutiendo a ver quiénes son los abogados. Conocíamos, publicaba el Confidencial este fin de semana, que el Partido Socialista había forzado el cambio del abogado de Coldo para evitar que tirase de la manta. La mano derecha de Santos Cerdán... Santos Cerdán dentro de poco tendremos noticias. La mano derecha de Santos Cerdán, Leire Díez Castro, negoció personalmente la contratación del nuevo abogado de Coldo García